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Quién dijo que el horizonte era perfecto
¿realmente alguien se atrevió en algún momento a declararlo lineal? porque yo, que me fijo mucho, sin darme cuenta, me puse a mirarlo, hace poco, y me parece que si se le contempla desde la costa cuando te acercas, es tan irregular como el vaivén del oleaje que lo sopla a lo lejosHaz clic aquí para editar. Y si, se viene el invierno
por siempre llegó su hora aquí estoy esperando que me enfríe la piel, los huesos, el alma y no se qué va a ser de mi, de ti, de nosotros con tanta desnudez arbórea, tantas manos emboscadas, tanto cacareo titiritando hasta el clímax de la próxima estación Voy bajando hacia el frío oscuro, profundo, abismal
de una rambla doblegada por almas valientes, despiertas, atrevidas que evitan el congelamiento en movimiento retando la volatilidad con paso firme Incólumes soñadores antagónicos, contemporáneos, anacrónicos de un trecho contíguo, ciudadano, peregrino que es testigo del esfuerzo para calentar la incertidumbre de un día por amanecer Con ansias e intranquilidades evasivas de un ritmo individual, personal, grupal, colectivo que es recurrente y necesario para motivar la marca de la complejidad del ego y sus retos por doquier Antes como ahora, hoy como ayer de tiempos expresos, finitos, conspicuos que antaño convergieron y en presente divergen complaciendo la ambigüedad que eternamente está por nacer |
Hijo, papá, compañero, amigo, escritor
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Agosto 2018
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