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Madre venezolana que has parido la fuerza de la lucha que se libra ahora
hoy me descubro orgulloso de cada hijo que valiente honra este paso de nuestra historia fuente infinita de un bravo pueblo que emerge consciente hacia una nueva gesta de gloria para apartar de su camino a todo aquello que nubla virtud y honor en estas horas Madre de una venecia engrandecida por el llamado de su himno y su bandera que viste crecer la semilla que ahora grita en cada esquina defendiendo tu estela alimentando sus valores, cuidando sus sueños, acariciando sus mejillas ahora mujer y hombre de la mano juntos defienden la justicia de las siete estrellas Madre de una tierra alegre que ante la adversidad desata sus bastas aguas para que el cauce regrese limpio a arrullar a los hijos de esta nueva era feliz has de sentirte si estás aquí o si desde el cielo observas a pesar de las tristes horas rojas que empañan la orilla del abajo cadenas Madre mujer inmensa por ti mi canto va una vez más añorando el calor de tus brazos para acurrucado hallarme en paz bendice mis embestidas que ahora ensordecen a un país entero donde tu ejemplo modela mi enorme fuero y para por siempre mi sagrado anhelo Dependiendo de las distintas miradas, estoy seguro que se adorna con infinitos matices; a mi, los colores que me vienen ahora viven en la estela de cada último instante, pasados recientes en distintos dominios, de sistemas y realidades que congenian conmigo:
En grisáceo asumo el efecto descontento de los reclamos legítimos que clama este bravo pueblo en una alcabala que se ha impuesto a la misma venezolanidad oprimiendo impidiendo andar, crecer y soñar En amarillo sueño amaneceres literalmente opuestos a las pesadillas que vivimos para aprender de este efímero cuento en azul imploro alcanzar de una vez la profundidad para emerger victoriosos en la amplitud de nuestro mar En rojo, entristecido, por cada gota derramada del evitable caído en la memoria del por siempre, en oraciones de héroes sin olvido en blanco pintando siete estrellas que nos permitan volver al origen reconociendo que una vez nos equivocamos y a partir de allí se desató la vorágine En negro de luto por la perdida humana del tiempo que con ambición nos invita a tender la mano sin resentimiento mi tricolor hoy con negros y grises se levanta por las calles que más nunca quedarán solitarias porque allí en paz está nuestra única llave |
Hijo, papá, compañero, amigo, escritor
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Agosto 2018
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