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Entre las lágrimás que no nacieron
a costa del miedo desahogo, evité mi ahogo mientras en el pecho represaba ese caudal quebrantado fingía que fluía, parecía que endurecía, desde trazos indelebles pero acorazados Esos momentos en que fuí auto-seducido a esconder mi canto lágrimo duelen muy adentro, tan profundo que para no ahogarme tanto preferí enmascarme, acumulándolo todo, guardándome los ratos fingiendo, aparentando, acorazando, extinguendo el llanto Cuando dejé de llorar conmigo a mi lado quedé encerrado, solitario, al margen de aquel abrazo soñando a que las fuerzas vencieran la vulnerabilidad del vacío ese que labré y hoy se antepone a la magia coral que resisto Cada vez que guardé esas lágrimas conmigo dejé de ser, para ingenuamente estar sintigo dejando el pecho hundido en las aguas de cada ocaso ajeno a la generosidad de cada gente con la que pude llorar abrumado |
Hijo, papá, compañero, amigo, escritor
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Agosto 2018
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